La pasada madrugada, el presidente norteamericano, Donald Trump, anunciaba un alto el fuego en Gaza, pactado con Israel y que duraría dos meses.                     

No sé si lo conseguirá porque es cierto que el amigo Donald es tan optimista que tiende a confundir sus deseos con la realidad.

Ahora bien, dicho esto, lo que me asombra es que en un mundo en guerra, con dos focos en Ucrania e Israel, resulta que el único mandatario mundial que apuesta por la paz es el supuestamente belicoso Donald Trump.

El resto de estadistas, incluido nuestro propio Pedro Sánchez, han apostado por una de las partes y desde entonces se han ganado como enemiga a la segunda. 

En resumen, Trump podrá ser lo que quieran pero es el único estadista mundial que ahora mismo apuesta por la paz, tanto en Ucrania como en Gaza.