Teresa Ribera no deja a los españoles tranquilos ni en Navidad… pero seguramente los Reyes Magos no se atrevan a darle un pequeño escarmiento trayéndole carbón. En una curiosa (por el formato, más del estilo anglosajón y sin pregunta-respuesta) entrevista en Expansión, ha insistido en retar a las eléctricas, señalando que mirará sus “beneficios extra”. Y cómo no, también en las trampas ante el encarecimiento de la luz que vivimos.

“Con las medidas del Gobierno, un consumidor medio pagará este año 613 euros de luz, frente a 635 euros en 2018”, ha señalado la vicepresidenta ecológica. Sin embargo, como saben, el Ejecutivo Sánchez no cumplirá su promesa de que este año un consumidor medio pagará menos, pero claro, defienden por activa y por pasiva lo contrario. Y lo hacen con varias trampas, cómo no: primero, descontando la inflación (está en el 5,5% hasta noviembre); segundo, hablando de consumidor medio (hace así una media entre la tarifa regulada -la que sí depende del Gobierno y está vinculada al mercado mayorista- y la tarifa libre que sí será algo más barata); y tercero, presumiendo de la reducción de impuestos… y olvidando que esta es temporal.

“Con las medidas del Gobierno, un consumidor medio pagará este año 613 euros de luz, frente a 635 euros en 2018”, señala la vicepresidenta ecológica. Sin embargo, como saben, el Ejecutivo Sánchez no cumplirá su promesa

El lunes el precio medio de la luz en el pool fue de 96,08 euros por megavatio hora, siendo muy inferior al récord histórico de hace unos días (383,67 euros/MWh); este martes está se situá en 104,36 euros/MWh y el miércoles se situará en 181,09 euros/MWh. Y ojo, preparen los bolsillos, porque Ribera advierte que “lo que nos está diciendo el mercado de futuros es que la tensión no va a remitir a corto plazo” que, aunque “se ha extendido la rebaja fiscal hasta marzo y abril, ‘a priori’ no descartamos ampliarla si es necesario”. Además, subirá la tarifa regulada del gas natural el próximo 1 de enero. 

Ante la subida de la luz, eha balones fuera culpando al escenario internacional: al gas de Rusia, a la subida en los derechos de emisión de CO2 y hasta a la parada de parte de las centrales nucleares de Francia

Claro que la miembro más verde del Gabinete Sánchez también echa balones fuera culpando al escenario internacional: primero al gas de Rusia, “principal suministrador de Europa y un proveedor que no es fácil”; después a la subida en los derechos de emisión de CO2 y hasta a la parada de parte de las centrales nucleares de Francia; y por si esto no bastara, recuerda que “este 31 de diciembre empieza el apagón nuclear de Alemania”. Sí, aunque a Ribera no le gusta nada la nuclear, una energía barata que casi no emite CO2 y que en nuestro país tiene fecha de caducidad (un calendario de cierres progresivo entre 2027 y 2035), pese a que muchos países europeos están apostando por ella.

Y por cierto, no hay que olvidar que Ribera se ha convertido en un ‘pato cojo’ dentro del Gobierno. Ya ha mosqueado hasta a Pedro Sánchez y anda a tortas con Nadia Calviño. ¡Ole!