Barcelona, la ciudad sin ley. A Colau le pueden la criminalidad y la delincuencia
Convirtieron la prosperidad en miseria,
llevaron la violencia a la convivencia.
El Seny, ganado durante siglos, arrastraron
por el polvo de sus calles y ciudades.
Todo, por una semilla de odio sembrada,
durante dos generaciones de sus gentes,
contra aquellos, sus iguales, que les admiraban.
Por una ambición de poder y rapiña
que asentaron en una identidad falsa,
en una historia, que crearon deformada.
Y la raíz quieren arrancar del árbol,
y derramar la savia que les da la vida,
y volver su espíritu pacifico, en guerrero insensato.
Entraran en un crepúsculo, hundidos en la noche,
y no quedara nada, de aquella grandeza,
al recorrer el camino hacia su inevitable ocaso.