Cuando se enfría el amor,
y en la tibieza se entra,
olas destructoras aumentan,
y en el corazón penetran.
El darse por amor sin mesura,
se termina.
El calor que como llama encendida,
lo abarca todo y se propaga,
dando razón de ser a una vida,
queda en rescoldos y cenizas.
De egoísmos y razones personales,
que al amor matan y enfrían.
Dejando de ser razón,
perdiendo la alegría,
no sabiendo vivir la vida.










