Abrir el debate… Sí, pero sin rayas, hasta el fondo, a debatir de verdad.

Asisto con maravilla a la campaña, muy bien orquestada por quien puede, para abrir la sanidad pública a la práctica realización de abortos, presionando, de momento hasta el límite, al colectivo profesional sanitario que, asisto con más maravilla aún, resiste en la defensa de su libertad de conciencia, al menos de momento. Gracias.

¡Qué bien lo hacen!, pues suena a debate de defensa del débil, promoción de derechos, asistencia al pobre, progreso. Y, sin embargo, si uno piensa un poco, se encuentra con que, ¿es realmente así?

Cuando todo vale, crear situaciones ‘win-win’ no es tan complicado. Quizá logren aumentar la ratio de abortos en la sanidad pública, a la que admiro y agradezco tanta heroicidad, tan probada especialmente en estos ya casi dos años de pandemia, o quizá no lo logren; pero al menos tendrán su cortina de humo que cubra no sé qué otras cosas. ¿No será esto lo que buscan de fondo? ¿No sería esto manipular a los mismos en cuya defensa dicen moverse? No, espero que no. Quizá aún me quede un punto de inocencia que debería haber perdido a estas alturas de mi vida, me dicen.

Sí, quiero debatir, me gusta el debate, pero sin rayas dictadas por los que dictan desde sus poderes. Abramos de verdad la caja de Pandora de un auténtico debatir sin miedo a lo que pueda salir.

Una criatura en el seno de su madre, ¿es cosa o es persona según los ojos de quien lo mire? Si mi pareja y yo deseábamos un niño esa primera ‘eco’, esa primera foto, será el primer ‘memory’ de nuestro sueño cumplido; pero si nos ha pillado por sorpresa, si ‘no lo queremos en ese momento’, o si es fruto de algo quizás atroz, entonces, por la misma razón del sentimiento ahora será cosa y no persona. ¿Es ahí donde queremos estar? ¿Es ahí donde hay verdad? ¿Si ‘siento’ que ‘eso’ es persona lo es y si no no? ¿Estaría usted dispuesto a que se aplicara este criterio en su familia, en su lugar de trabajo, en su comunidad de vecinos … sobre cualquiera? ¿Cómo se defendería usted del KKK si es de color, o de un estado homófobo, que los hay, si es gay?

Progreso es mejorar en humanidad, creo. Justicia es defender al débil, especialmente cuando no se vale y no puede hablar por sí, para que cada uno tenga lo que es suyo, creo. Sea este quien sea y venga de donde venga.

Pues entonces, debatamos, busquemos en la ciencia biológica y en la antropología con los medios de hoy, del siglo XXI y no con los de la 2ª mitad del XX, qué/quién es en verdad lo/el que habita en el seno de la mujer/madre. Creo que la ciencia, genética, biología, medicina y antropología, se merecen una oportunidad; la ciencia avanza y progresa y yo no tengo miedo a lo que me puedan hacer ver. ¿Y usted?, ¿se quedará atrincherado en un pseudo-debate pseudo-ideológico por miedo a lo que pueda descubrir? Usemos lo que nuestros instrumentos de observación y diagnóstico actuales nos permiten ver, oír y saber sobre el no nacido y… pensemos, y hagámoslo a la luz del día, delante de todos, de cualquiera. Creo que la humanidad se merece, necesita, esta oportunidad. Y desde lo que salga, hagamos lo mejor en lo posible por todos los afectados, todos, tocando realidad, tocando verdad.

Ojalá haya debate, pero me temo, aquí he perdido casi toda mi inocencia, que no lo habrá, al menos de momento, al menos aquí, al menos hasta el fondo. No obstante, ¡venga!, ¡vamos!, a debatir. Quizá me equivoque.

José Antúnez Cid 

 

Catedrático Filosofía Sistemática, UESD, Madrid.