El Gobierno ha aprobado los planes de pensiones colectivos, o asociados, o empresariales, o como quieran llamarlo. 

Por concretar, en muy corto lapso ha hecho dos cosas: mejorar la condiciones de los planes de jubilación colectivos y empeorar la de los planes individuales.

A los primeros les impulsa con la desgravaciones de todas las aportaciones de la empresa. A los segundos, que ya están en caída libre, les hace poco atractivos a costa de endurecer las condiciones fiscales y los máximos de aportación. 

A mí me gustan los dos tipos de fondos, siempre que se considere lo que recordábamos ayer: que los fondos colectivos o de empresas no serán efectivos, no significarán algo interesante, antes de los próximos 10 años, según el ministro. En mi opinión el doble o el triple.

Y digo yo, ¿por qué no apoyar tanto a los fondos empresariales como a los individuales? Si alguien quiere gastarse más dinero en su futura jubilación, ¿por qué se lo vamos a poner difícil?

Planes colectivos de jubilación sí, individuales no. ¿Y por qué no apoyar a los dos? Pues porque es la especialidad de PSOE y Podemos: el reparto de la miseria.