Expulsar a los benedictinos para convertir el Valle en otra mentira, para que no se exalte al muerto Franco, sólo al vivo Sánchez
Carmen ‘mentirotas’ Calvo, vicepresidente primero del Gobierno, ha batido todas las marcas con El Valle de Los Caídos. Y es que los progresistas sienten una atracción morbosa por la profanación de cadáveres. Pues bien, la cosa va a empezar. Ojo al dato: hablamos de 60 familiares de 33.847 enterrados en Cuelgamuros.
Que, por cierto, no son víctimas de nada, dado que la mayoría de ellos, o bien querían enterrarse allí, porque eran del banco nacional, o bien eran presos republicanos que hicieron canje de condena y pudieron vivir allí, muchos con sus familias, y mucho mejor que en prisión.
Aquello no eran trabajos forzados. Eso es un invento de la propaganda progre-socialista, que no se sostiene: otra mentirota Calvo
Además, el caso es que hay muchas familias que no quieren que se manoseen los restos de los suyos, 261 según La Razón, más que los 60 que si quieren y sobre un total de 33.847.
No se trataba de desterrar el cadáver de Franco sino de desterrar el Cuerpo de Cristo
Pero ojo, ya hemos dicho que el objetivo de Carmen 'mentirotas' Calvo era otro y nada tenía que ver con la exhumación del dictador. El objetivo era desacralizar el Valle, echando a los benedictinos -ahora quiere matarlos de hambre peor hay gente que realiza fonaciones para que sobrevivan- y cerrando la basílica para convertirla en un centro de memoria histórica o similar. Por último, 'mentirotas' quiere destruir la cruz, a ser posible quitándole los brazos hasta convertirla en un monolito masónico.
Ahora bien, el asunto no es tan sencillo ni con todo el poder del Estado.
En cualquier caso, no se trataba de desterrar el cadáver de Franco sino de desterrar el Cuerpo de Cristo.
En cualquier caso, Carmen ‘desmemoriada’ Calvo: lo del centro de memoria histórica tiene sus riesgos: los católicos también tienen memoria.