- La esperanza de una alianza Trump-Putin se aleja.
- Estados Unidos bombardea Siria… e Israel también.
- Al final, lo que antes llamábamos el complejo militar industrial USA, ahora controlado por los demócratas, ha obligado a Trump a seguir el guión.
- En definitiva, Washington y Jerusalén se niegan a que Siria gane la guerra al terrorismo.
- Ahora, habrá que ver la reacción de Vladimir Putin.
- Y las repercusiones mundiales de un mundo montado sobre la propaganda.
Puede resultar sorprendente, pero no asombroso. Estados Unidos bombardea a
Al Qaeda en Siria. Pero hombre, no habíamos quedado en que no existía fundamentalismo entre los opositores a
Bashar al Asad, todo ellos espléndidos demócratas.
En el entretanto, aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid,
Netanyahu ha ordenado a sus aviones bombardear
Siria y Damasco ha respondido. Ahora piensen en lo que hubiese ocurrido si esos aviones hubieran entrado en colisión con aviones o misiles rusos, allí instalados.
A ver si nos entendemos, lo que ha ocurrido es lo siguiente:
lo que antes llamábamos el Complejo Militar Industrial, ahora Ejército norteamericano, para entendernos, le ha leído el guión a
Donald Trump y éste se ha plegado. Tanto el bombardeo norteamericano como el israelí no son más que una provocación a Moscú y a Damasco. Se trata de decirles a sirios y rusos que ellos (norteamericanos e israelíes) pueden entrar en
Siria cuando quieran y que ojo, no están dispuestos a impedir la victoria de
Al Asad aunque sea contra el
Estado Islámico.
Al final, lo peor es que se aleja la posibilidad de una alianza entre
Estados Unidos y Rusia, la gran oportunidad de Occidental para adornar tanto a China como a un Islam desbocado.
Ahora, habrá que ver la reacción de
Vladimir Putin.
Y las repercusiones mundiales de un mundo montado sobre la propaganda. Esto no huele bien. Seis años de guerra y miles de inocentes muertos, ¿para que el mundo vaya a peor?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com