Lo repito. Pedro Sánchez es un político que siempre vive al borde del ridículo. Por eso, tras repetir que los restos del dictador Franco no pueden continuar en un mausoleo donde puedan darse “enaltecimientos”, don Pedro acudió, motu propio, al mausoleo de Mohamed V y Hassan II, abuelito y padre del actual rey de Marruecos, Mohamed VI. Como es sabido, dos demócratas intachables.

Vamos que, a su lado, Franco era un liberal.

Lo que demuestra que el señor Sánchez, además de incoherente es un señor un poco cainita.