Andrzej Duda
Andrzej Duda, del Partido Libertad y Justicia (PIS), ha ganado la primera vuelta de las elecciones polacas, en unas elecciones libres, plenamente democráticas y con más profundidad y menos frivolidad que las españolas. Pero, miren por donde, RTVE asegura que están socavando el Estado de Derecho. Y hasta La Razón se contamina de lo políticamente correcto y asegura que se trata de populistas.
Pues querido Marhuenda el PIS no es ningún partido populista, sólo es un partido cristiano. Y que La Razón haya caído en el viejo engaño de que nada cristiano puede ser democrático, resulta muy triste: implica que estamos tocando fondo.
Ya hemos dicho que la blandengue, decadenta y mórbida Unión Europea (UE) no soporta a sus dos miembros con arrestos, los dos únicos, para mantener una identidad cristiana: Polonia y Hungría. Por cierto, dos de los países que, con menos alharacas, han conseguido superar mejor el coronavirus, en comparación con España e Italia, antes católicas, hoy dominadas por el miedo y la histeria. Nada más maleable que una sociedad miedosa y, con ello, sumisa.
Pues bien, Polonia celebró la primera vuelta de las elecciones el domingo y lo polacos, seres antidemocráticos, que han luchado y sufrido con/a las dos grandes tiranías de la era moderna: nazismo y comunismo, han vuelto a dar su confianza, con el 41% de los sufragios a Andrés Duda, a Ley y Justicia. Esperemos que en la segunda vuelta, toda la oposición unida, y lo estará, contra Duda, precisamente por cristiano, no consiga desbancarle. Junto a Hungría, dirigida por un protestante, la católica Polonia es la resistencia para reconducir Europa hacia sus orígenes: Cristo.