Fernado Simón, el mayor embustero del reino -con permiso de Pedro Sánchez, claro está-, hizo el lunes una demostración de sus cualidades al asegurar que el Gobierno, no sólo está de acuerdo con una evaluación de expertos independientes de su gestión de la pandemia, sino que, incluso, es algo que se lleva barajando en Sanidad desde hace meses, y que es algo que habría que hacer “cuanto antes”. Este Simón es la monda.

“Estamos todos de acuerdo, no creo que haya ningún profesional de la salud pública en España que considere que no hay que hacer una evaluación independiente y a ser posible con una visión lo más externa posible, pero con los conocimientos y la ‘expertise’ adecuada”, afirmó.

Entonces, el doctor Simón desveló la estrategia del Ejecutivo: plantear tantas condiciones que, al final, hagan inviable la auditoría.

“Estamos todos muy sobrecargados y hay que encontrar el momento adecuado” para hacerla, aseguró. Pero, ¿no iba a ser algo externo e independiente?

Y la condición definitiva que hace imposible el estudio: antes, incluso, de seleccionar a los autores, hay que identificar “las características adecuadas del grupo de expertos que lo vaya a evaluar”. Por supuesto, no es fácil conseguir que expertos internacionales de ese calibre que, traducido, significa que es muy complicado conseguir expertos que concluyan lo que el Gobierno quiere que concluyan.

En definitiva, los firmantes de la carta remitida a The Lancet y todos los ciudadanos que queremos saber por qué España es el país con más muertos por habitante a pesar de sufrir uno de los confinamientos más drásticos, y por qué somos el país con más sanitarios contagiados, podemos esperar sentados.

Simón, vete a tu casa o a surfear y deja ya de mentirnos.