- Que se preocupe menos de los derechos y más de la libertad.
- Google es muy cómodo pero también es un monopolio liberticida.
- La libertad es necesaria para el bien y para la realización personal.
- Los derechos, sobre todo los nuevos derechos, los de 'segunda generación', sólo son relevantes para nuestro bolsillo.
- El objetivo del periodismo no puede ser monetizar la información: es informar.
- El objeto del periodismo es el electo no el patrocinador.
Días atrás una colección de jóvenes periodistas fue condenada a escuchar una disertación del abajo firmante.
Se trataba de unas jornadas sobre el nuevo periodismo y me sorprendió el enfoque. Quiero decir que la clave de todo parecía ser la necesidad de rentabilizar la información (monetizar como aseguran los cursis del momento, o sea, los más modernos).
Y el aforo parecía aceptar mansamente el planteamiento. Es decir que lo que les preocupaba era la pasta, la guita, el parné, animado por los sesudos profesionales aparcados en la
tribuna de oradores.
Ahora bien, la información, primero, hay que hacerla y luego rentabilizarla. En ese orden. Hay que hacerla pensando en el lector, no en el patrocinador, es decir, pensando en los demás y no en mi bolsillo. ¿Que con este es que hay mucha crisis? Y con este planteamiento habrá mucho más.
La rentabilidad vendrá por añadidura y siempre que hayamos informado de forma sincera.
El lenguaje que emana de esta obsesión viene marcado por el concepto de "monetización" pero, también,
por la constante alusión a los derechos, para ser exactos a "mis derechos". Oiga, pollo, oigan jovencitos: sean ustedes
más románticos. Más importante que vuestros derechos es vuestra libertad. La libertad es necesaria para el bien y
para la realización personal, los derechos, sobre todo los nuevos derechos, los de 'segunda generación', sólo son relevantes para nuestro bolsillo.
¿
Y qué tiene que ver Google con todo esto? Pues que Google es muy cómodo pero también constituye un monopolio liberticida. Los jóvenes periodistas -y los veteranos también- redactan pensando en cómo posicionará Google su noticia, el tiempo que la firma gringa absorbe toda la publicidad en su beneficio
y en perjuicio de los medios que son quienes crean lo que Google copia.
Al parecer, los jóvenes profesionales aceptan la tiranía Google. Un poco de romanticismo peleón, por favor.
Concretando, ¿
por qué tenemos que informar y redactar pendientes de Google? ¿No deberíamos estar pendientes del lector y de que nadie vulnere nuestra libertad de prensa?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com