El error de Sánchez: endeuda España para pagar subvenciones, no para crear empleo
Pedro Sánchez se desliza ya por la consabida consigna de “esta es la única política económica posible”. Mismamente la mía.
Sólo que es mentira, un mantra muy propio de totalitarios. Sánchez ha abordado la recesión provocada, no por coronavirus, sino por el confinamiento, tirando de deuda y, al parecer, olvidándose de que las deudas hay que pagarlas.
Pero lo segundo es peor: utiliza la deuda pública para pagar prestaciones, que no para financiar empleos. Esto produce, aquello no.
Además, cuanto más duro ha sido el confinamiento más dura ha sido la recesión… y Sánchez impuso a los españoles una de las recesiones más duras de toda Europa. El PIB español ha caído más que el de sus homólogos europeos. Pretender la recuperación con ingresos mínimos vitales y subsidios varios es una chifladura, cuyas consecuencias ya estamos empezando a sentir.
No hay que crear limosnas públicas, hay que crear empresas… aunque sean públicas.
El español de bien, o sea, no progresista, no quiere limosnas, quiere ganarse el pan con el sudor de su frente.