- El cristianismo propone, el Islam impone.
- Por eso, la prioridad es ayudar a los cristianos que huyen de Iraq y de Siria. Son los más perseguidos.
- Hay que acoger con los brazos abiertos a los refugiados sirios y al mismo tiempo vigilar lo que metemos en casa.
- El virus de la solidaridad está haciendo estragos en Europa.
- ¿Discriminación religiosa? Por supuesto. El cristianismo es un credo de amor mientras el islam propende a la violencia.
El virus de la solidaridad -escaño inferior al de la caridad- está haciendo más estragos que el ébola,
al menos en las mentes europeas, con la crisis de los refugiados sirios.
Insisto:
sólo aplauso merecen los que se apresuran a ayudar a los refugiados sirios. Además, la terrible muerte el niño
Aylan ha servido para despertar muchas conciencias en Europa, incluidas las de los políticos, que, en contra de lo que usted pensaba, sí tienen conciencia.
Ahora bien, el autoengaño tiene las patas aún más cortas que la mentira. Y
una cosa es ser cristianos y otra es ser idiotas.
¿Estamos ante una invasión de Europa por el Islam? Sí.
Pese a ello, ¿hay que ayudarles? Sí, hay que ayudarles.
Se están muriendo en la miseria y vienen huyendo de una guerra. Bastaría cualquier de esas dos razones para justificar el hecho de volcarse en esa ayuda.
Y si es una invasión, ¿por qué hay que ayudarles? Porque son gente que sufre y nosotros somos cristianos.
Pero entonces además de ayudar a mujeres niños y hombres de buena voluntad que huyen del terror, habrá que vigilar a hombres y mujeres que se aprovechan de la situación. En efecto, hay que controlar a quien entra entre los refugiados. Sobre todo, a los
fanáticos islámicos.
¿Entonces está usted proponiendo discriminación religiosa? Por supuesto que sí. El cristianismo es un credo de amor (el amor es muy recio) mientras que
el Islam es un credo montaraz que conduce a la imposición.
El ministro del Interior,
Jorge Fernández (
en la imagen), tiene toda la razón cuando augura que entre los refugiados se están colando yihadistas. Pero eso no es lo peor. Eso puede controlarse con una adecuada criba fronteriza. Bueno, fácil no es, pero al menos se puede intentar.
No, lo peor no es que se cuelen yihadistas sino que se cuelen
fanáticos musulmanes que acabarán siendo, al menos de corazón, yihadistas pero que, en cualquier caso, están creando un guetto, un ambiente anticristiano en Europa. Y en Europa, hasta los ateos tienen raíz cristiana.
Un fanático no tienes por qué acabar en yihadista pero ya como fanático hace mucho daño. En lenguaje 'politiqués': perturba la convivencia.
No hace falta más que escuchar las declaraciones de algunos.
E insisto, ¿cuántos cristianos hay entre los refugiados? Porque esos, ni son yihadistas ni son católicos. Pero, a tenor de la vestimenta de las mujeres y de la actitud de los varones, me temo que pocos. Y proporcionalmente,
los cristianos son mucho más perseguidos que los musulmanes.
¿Que solo entran refugiados? Oiga, ¿de dónde creen que son los yihadistas afincados en España y que detiene la policía por enviar yihadistas a Siria e Irak, o las mujeres detenidas por reclutar a otras mujeres como esclavas sexuales para los esforzados combatientes islámicos?: ¡Pero si son españoles! Cuando contemplo las declaraciones de algunos de esos refugiados, llenándose la boca contra el laico
Bashar Al Asad y sin la menor crítica al
Estado Islámico, que es muchísimo peor… temblando estoy.
Por supuesto que estamos ante una invasión islámica de Europa- ¿Aún así hay que ayudarles? Sí, pero sin caer en la memez.
La ONU insiste en que no puede haber discriminación por credo. No, por credo, no, por fanatismo sí. Y no hay cristianos fanáticos, sólo musulmanes fanáticos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com