• Los monopolistas siempre hacen lo mismo: someten al pequeño a una normativa imposible de cumplir.
  • Al final, el pequeño acaba vendiendo al grande su negocio o cerrando.
  • El Sistema Financiero Internacional forzó la muerte de las cajas de ahorros españolas e italianas.
  • Ahora, Renzi tiene la oportunidad de someterse a Bruselas y a Fráncfort o de rebelarse.
  • Para mí que se comportará como una gallina mojada.
La banca italiana está en caída libre y la culpa no la tienen los banqueros italianos. La culpa la tiene el Sistema Financiero Internacional (SFI), con capital en Basilea, al que no le gusta la banca buena, la que prestaba un servicio a la comunidad gracias al encaje bancario. Y lo que más le disgustaba de esa banca pequeña, donde no se robaba o se robaba mucho menos -quizás porque era pequeña y manejable- era que se preocupaba de lo pequeño, por ejemplo de familia y pymes. Por ejemplo, Italia junto a España eran las sedes de las tres mayores cajas de ahorros del mundo: Cariplo (la caja de la Lombardía), Caixa y Cajamadrid. Pero al SFI sólo le gusta lo grande: grandes bancos, con naturaleza de sociedad anónima, por supuesto, y la banca de inversión. De la banca socialmente útil, cuanto más lejos mejor. En esas circunstancias, no es que la banca popular, las cajas de ahorros -creadas por la Iglesia para luchar contra la usura- y demás fueran menos eficientes que los grandes bancos: es que se les sometía a toda una normativa imposible para hundirlas. Los monopolistas suelen hacer siempre lo mismo: dicen defender la competencia, pero luego imponen unas normas imposibles a los pequeños por lo que el propietario de lo pequeño acaba por vender o cerrar. Ahora bien, esta ofensiva capitalista del Nuevo Orden Mundial (NOM), no lo duden, no es una cuestión meramente financiera sino, como todo en el NOM, filosófica. El NOM quiere imponer un modelo de vida, aunque sea el mero nihilismo de no tener ningún modelo de vida. Por eso, ahora que la banca italiana se ha convertido en el problema de Europa, rescato este pliego de descargos de Matteo Renzi, su primer ministro (en la imagen), cuando le acusaban de ser masón. Decía Renzi que él era una boy scout, ya saben, un tipo inocente, bucólico y pastoril. Pero hombre Renzi, los masones pueden ser muy peligrosos pero no son tontines. Y los boy scout aman la naturaleza (¡qué gente más rara!), pero bobines no son. Y mira, resulta que el fundador de los boy scout, el señorito Robert Waden-Powell, sí era masón. Más te valdría, Renzi, que hubieras detenido la conversión de las cajas de ahorros italianas en bancos -creo que para eso ya es demasiado tarde- y que ahora, y para eso aún estás a tiempo, tuvieras el coraje de dejar quebrar a los bancos italianos quebrados, en lugar de convertirte en esclavo de Bruselas y Fráncfort. Para mí que no lo vas a tener. Para mí que te comportarás como una gallina mojada ante Europa. Pero me gustaría tanto equivocarme… Eulogio López eulogio@hispanidad.om