A mí, Doña Yolanda Díaz me recuerda cada día más aquel anuncio de cierta academia madrileña de refuerzo, dedicada, por tanto, al pelotón de alumnos torpes, cuyo mensaje de entrada decía así: "Tú aprobarás aunque no quieras".

'Superyoli' lo ha modificado y ahora reza así: 'Tu tendrás los derechos que yo promulgue aunque no quieras".

Lo cuenta la interesantísima página web Economist@Jurist. La vicepresidenta plantea cambios legales en la desconexión digital de los trabajadores (¿qué no hará esta mujer por los proletarios que ya no existen?) para, en el predicado viene lo interesante, convertir la desconexión digital en un derecho al que el trabajador no pueda renunciar: aprobarás aunque no quieras, chavalote. 

Ya me conocéis, dijo Yolanda Díaz. Ese es el problema, que ya la conocemos: nos va a dejar en la ruina pero con muchos derechos

A ver, los derechos se conceden, no se imponen. Los derechos "irrenunciables" de Yoli... son algo así como un como progresista honrado: una contradicción 'in terminis'. Con ello, lo único que hace doña Yolanda es permitir que todo aquel que se quiera ir de una empresa, sobre todo pequeña, acuse a su jefe de cualquier email o Wasp que le haya enviado fuera del horario laboral.  

Además, las más afectados en este novísimo derecho, o imposición libertaria de Yolandísima, en el caso de que se lleve a efecto, serán las pymes, que son aquellas unidades de trabajo donde no todo está codificado y en la que la aportación humana no es que sea importante: es que es definitiva.

"Ya me conocéis", dijo ayer Yolanda. Ese es el problema, que ya la conocemos: nos va a dejar en la ruina pero con muchos derechos.