Sr. Director:
De nuevo el fantasma de VOX conmueve España, con más fuerza que nunca. Antes de las elecciones andaluzas VOX era un partido leproso, cuyo simple nombre desataba en todos los partidos, incluido el PP, toda clase de ascos y reproches, era el fascismo de ultraderecha. Un peligro para España, lo que no eran ni los partidos comunistas radicales y chavistas ni los partidos nacionalistas separatistas e independentistas ni los pro-etarras. Desde el mismo Gobierno se insultaba a VOX, sin respetar a los cientos de miles de ciudadanos que libre y democráticamente los han votado. VOX es aún el gran fantasma para la mayor parte del Gobierno en funciones incluido el Presidente del Gobierno en funciones. Incluso el poderoso y sectario Ábalos ha osado con total impunidad comparar a VOX con Bildu.
Ahora VOX que tuvo una gran éxito en las pasadas elecciones logrando grupo parlamentario propio con el importante número de 24 diputados, vuelve a ser el partido maldito al que atacan todos, especialmente los que más necesitan de él para gobernar nada más ni nada menos que Madrid, la joya de la corona para cualquier partido que se precie en tener algo de prestigio en la España cainita. Resulta que Cs, un partido dominado por dos fracasados como son los franceses Macron y Valls, imponen condiciones inasumibles para cualquier partido que se dirija con criterios democráticos y no autoritarios. Es sorprendente que Cs quiera gobernar en Madrid (Comunidad y Ayuntamiento) e insulte y desprecie al partido que necesita para lograr lo que no ha ganado con los votos. La única alternativa para el PP y Cs de gobernar en Madrid es VOX.
Lo de Villegas es insultante y refleja a la perfección sus formas autoritarias, poco tolerantes y groseras. No dialogar con VOX es más necesario para Cs que para VOX, que no es ni un partido franquista, ni falangista, ni fascista como son algunos partidos que insultan a los votantes de VOX, personas pacíficas objeto de los más intolerantes, reaccionarios ataques promovidos por radicales violentos. Los mass media de todas las tendencias están descubriendo ahora, lo que antes no querían ver, que VOX es un partido que no cuestiona ningún aspecto de la constitución sino reformarla en el parlamento con los votos, lo que quieren los golpistas separatistas o loa ultra radicales de izquierda, quienes sencillamente la quieren liquidar por la fuerza y la violencia.