Para atender a personas sin hogar, Pablo Iglesias ha recurrido al Ejército, institución que le repele. Que reflexione: su estatalismo y populismo no aportan soluciones en caso de dificultad grave.
De los 1.000 empleados que tiene el ayuntamiento de ciudad media española, podría crearse una Bolsa de voluntarios para atender en domicilios a personas que viven solas, dependientes, estando unas horas, de acuerdo con Servicios Sociales, en vez de mirar el ordenador, pensar en actividades culturales ¿para septiembre? o sestear. O incluso obligarles, cambiando el contenido de su trabajo, precisamente porque estamos en una emergencia… y los empleados públicos deben ser los primeros en asumir en su trabajo otras tareas profesionalmente durante estas semanas.
Tanto estamos alabando la solidaridad de los españoles en las actuales circunstancias, de los estudiantes en vacaciones que se ofrecen a mayores y enfermos, que olvidamos los cientos de miles de empleados y funcionarios públicos – a quienes pagamos entre todos – que no están ahora movilizados en servicios sociales, y están sentados en una mesa sin apenas trabajo mientras sufren cientos de miles de familias de dependientes, mayores y enfermos.