Sr. Director:
Quien haya visitado Zaragoza percibe de una forma especial la esencia ibérica, que en la ciudad bañada por el río más español se ha fraguado la esencia, y que no se puede entender sin la César-Augusta multisecular y que tiene como máxima continuidad histórica en la Basílica de Nuestra Señora, contra la que nada pudieron, no solo la fuerza bruta de Napoleón, sino también las bombas satánicas guerra-civilistas que intentaron destruirla: testigos los agujeros que las bombas dejaron en sus techos.
La Leyenda Negra, admitida dentro y fuera con persistente odio y mentira, continúa con su particular odio contra España, pese a que ha sido desmontada por prestigiosos hispanistas. Ya Ramiro Maeztu analizó con profundidad los males de la España de su tiempo muy similares a las de ahora, cuando afirmaba: la gran crisis de España no está en querer experimentar las grandes ideas de liberalismo y del socialismo con sus místicas laicistas y secularizadoras, que prometen la redención del género humano, sino en abandonar las raíces cristianas sin la cuales la Historia de España no tiene sentido ni comprensión.
Ruben Darío el poeta eximio de la modernidad, cantó el gran legado mundial, Lengua Española, hoy sometida al desprecio y a la abominación por fuerzas políticas que ha hecho del odio a España y a todo lo español su razón de ser y existir. Para ella autor de YO SOY AQUEL, la Hispanidad es mucho más que una entelequia abstracta perdida en las tinieblas de la prehistoria, todo lo contrario, es un fuerza vital que se comprende mejor cuando más se vive. Intuyó de forma poética-profética que el eje del mundo pasaría por los dominios de Roosvelt, el cazador, que impondría su forma de vivir capitalista y sin alma a toda la América, que aún cree Jesucristo y reza en Español (Hispanoamérica) por eso mismo con verso rebelde cantó celebrando el rico mestizaje hispano-indígena: “Sangre de Hispania fecunda, sólidas e ínclitas razas: muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo (…) abominad la boca que predice desgracias eternas/ abominad los ojos que solo ven zodiacos funestos/ abominad las manos que apedrean estatuas y queman templos / y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros/ ínclitas razas ubérrimas. Sangre de Hispania fecunda. Eso se conmemora el 12 de Octubre, FIESTA DEL PILAR.