Sr. Director:
A la vuelta de su viaje a Ginebra, el Papa habló ampliamente, en plena crisis de los migrantes y el Mediterráneo, de la necesidad de que los gobiernos europeos inviertan en África de manera inteligente y coordinadamente, especialmente en el terreno de la educación, para que el pueblo africano pueda guiar su propio desarrollo basado en sus riquezas naturales, en su tradición cultural y en la inteligencia de sus jóvenes.
Armonizar todas las necesidades no debería ser un problema excesivamente complicado si se alcanza una solidaria cooperación entre la Unión Europea y la Unión Africana.