Sr. Director:
Naturalmente no son todos, como a veces, por comodidad, tomamos el atajo de denominarles.
Hay políticos muy honestos, de mucha valía, con una sana intención de servir al pueblo, como la que se nos ha marchado estos días. Pero son muchos los que si se merecen el calificativo de "basura", especialmente algunos de los nuevos que aparecieron en España, subvencionados por los regímenes totalitarios de Venezuela, Irán, etc.
El colmo de la ironía surge de boca de uno de estos últimos, de los que gobiernan ciudades y comunidades con el apoyo del PSOE, y que tienen llenos los ayuntamientos que regentan de desvergonzados y delincuentes, digo que uno de estos se atrevió a decir que la trayectoria de Rita Barberá es de corrupción.
Mayor disparate y sectarismo solamente lo supera el sátrapa que les mandó desde Venezuela a mentalizarnos con sus ideas dictatoriales y del que ellos son prosélitos. Naturalmente al pronunciar estas palabras, yo entendí que se estaba autodefiniendo. ¿Qué mal hemos hecho los españoles para tener que soportar esta basura?
No hace falta mucho esfuerzo para advertir la obsesión que tienen por eliminar lo mejor de nuestras costumbres, como son el dejarnos a los ciudadanos sin Navidad, quitar los Reyes Magos a los niños o trocar su significado, suprimir a los cristianos la Semana Santa, y punir toda manifestación pública de tales celebraciones.
No todo lo malo nos llegó de regímenes bolivarianos; también tenemos la desgracia de alguna presidenta de comunidad que es basura -y muy pestilenta- que nos impone una ley de ideología de género bajo penalidad, ley que ataca todos nuestros principios morales y éticos y cuyo principal objetivo es el de destruir la familia. Esta ley es pura redacción de los lobbys LGBT.
Pablo D. Escolar
Dile a los jueces y juezas... Vicente Vallés, ejerciendo de feministo
14/12/24 15:00