Sr. Director:

En el desarrollo del programa “-Juntos en Camino, + Q2-“, preparado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) para parejas de jóvenes, hay dinámicas de grupo con preguntas o casos para animar la conversación; a este momento le sigue la exposición del tema por parte del matrimonio encargado; luego, cada pareja puede intervenir. Las sesiones comienzan y acaban con un rato de oración. La figura del matrimonio formador resulta clave, ya que no se trata solo de "proporcionar unos contenidos", sino de que aporte su experiencia y de que acompañe a los novios personalmente, ayudándoles también a interpretar su mundo afectivo

Aunque las reuniones sean cada quince días, entre encuentro y encuentro los participantes pueden enviar sus dudas a los formadores o hablar con ellos cualquier asunto que les preocupe. Además, al final de cada sesión, suele haber una serie de preguntas para reflexionar sobre el asunto tratado o una recomendación de una película para ver y comentar. Según Oriol, este es uno de los grandes objetivos del itinerario: "Crear inquietud entre los novios para que hablen mucho, porque vemos que uno de los problemas que hay es la poca o mala comunicación".

El itinerario también hace hincapié en la práctica sacramental, la oración, los planes familiares o con otras parejas del grupo, etc., como una forma de "ir adquiriendo hábitos importantes para consolidar el noviazgo y el futuro matrimonio".

Realizar este itinerario no será una condición necesaria para casarse por la Iglesia, aunque Iceta subrayaba su pertinencia: "La preparación al matrimonio no es-un elemento administrativo, es una necesidad vital".