Sr. Director:
"Todos lo hacen", seguro que esta expresión la hemos oído en multitud de ocasiones.
No es verdad ese intento de justificar conductas ilícitas, aunque ciertamente estén extendidas en una sociedad infectada por la corrupción.
Utiliza el argumento el hijo, para conseguir que los padres autoricen comportamientos que no les agradan. O el trabajador o el ejecutivo que no están dispuestos a arriesgar para influir de veras en un cambio de signo ético en su propio ambiente profesional. O el ciudadano que defrauda a la Hacienda pública, por muy voraz que sea ésta en sus exacciones.
No es verdad. Y tal vez la mentira sea aún más dañina que los abundantes fraudes que buscan el beneficio económico. Esta manera de mentir, la mentira así se convierte en arma de destrucción masiva.
Articula la era de la pos-verdad, teorizada ya con carácter general en el mundo anglosajón, a partir del negacionismo climático.
Jesús D.
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00