Sr. Director:
Cierto que cerca de los 6 millones de inmigrantes que llegaron a España entre 1990 y 2013, vinieron al calor del fuerte crecimiento económico español y por las necesidades de mano de obra.
Después se llevaron la peor parte de la crisis, pero instituciones como Cáritas, el Banco de los Alimentos y otras, han estado a su lado y la sociedad española ha sabido resistir a la tentación de convertirles en chivos expiatorios.
Todo esto debería ser motivo de orgullo. Las políticas migratorias podrán ser en cada momento más o menos acertadas, pero esa actitud acogedora de la ciudadanía es un elemento de enorme valor, y debemos trabajar para conservarla.
Somos uno de los países europeos que mejor ha acogido a los inmigrantes, aunque tenemos la ventaja de que muchos de ellos, la mayoría, son de habla hispana.
Jesús Domingo
Dile a los jueces y juezas... Vicente Vallés, ejerciendo de feministo
14/12/24 15:00