Sr. Director:
Sobre las cifras que ofrece el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre los asesinados y los detenidos en Nicaragua, Ortega ha decidido guardar silencio, quizás para no avivar las manifestaciones, y dejar que las aguas se calmen. Es un buen momento para mantener firme la denuncia y, al mismo tiempo, presionar al Gobierno de Ortega para que acepte una nueva negociación que lleve al país a la convocatoria de elecciones. Estoy convencido de que no hay otra salida para Nicaragua.