Sr. Director:
Muchas de las personas que se encontraban en la jungla de Calais son de las que huyen de los conflictos de Afganistán, Pakistán, Sudán, Etiopía y Siria.
Según la Convención de Ginebra tienen derecho a ser acogidas.
El problema en Calais, como en las islas griegas, se podría solucionar combinando el fomento de pasillos humanitarios desde los países de origen con una política de control de fronteras adecuada. Una vez identificados aquellos que tienen derecho de asilo bastaría con aplicar las fórmulas de reparto aprobadas en el Consejo Europeo.
Pero los acuerdos de reparto no se han materializado y el desarrollo de una política de fronteras común va demasiado lento.
Europa no puede dedicarse solo a levantar muros: nuestra isla de prosperidad es insostenible sin una política de acogida y de inmigración razonable, que fomente una integración adecuada.
Xus D.
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00