Sr. Director
Para entender lo que representa la economía más o menos sumergida del “kif” (cannabis marroquí) basta con visitar Tánger, cuya población y extensión geográfica ha aumentado más de un mil por ciento en las últimas décadas, al tiempo que se extendía el cultivo de la droga en toda la zona del tradicionalmente levantisco Rif. El Gobierno marroquí no ha avalado la decisión del Consejo regional del Norte, pero después de las revueltas que se han registrado en Alhucemas, es consciente de que pisa un campo minado en el que se juega la estabilidad política y social del país. La decisión que se tome en el futuro afectará a la emigración de marroquíes así como a la entrada de la droga en Europa, que se verá forzada a tomar las correspondientes medidas.