Sr. Director:
He sido profesor durante más de 40 años de alumnos en la edad del pavo.
Durante este tiempo he ido observando cómo se iba produciendo el descrédito continuo del rol del padre en la educación de los hijos, sin duda es consecuencia del proceso de emancipación de la mujer.
Esto último provocó un efecto colateral con el que nadie contaba: el oscurecimiento de lo masculino. Profesores universitarios añaden que actualmente está muy extendida la idea de que en la crianza y educación de los hijos el padre es prescindible.
El modelo social de ahora exalta exclusivamente la sensibilidad típica del código materno. (Padres destronados, 2014). Esto explica por qué la fórmula de familia monoparental preferida actualmente es la de madre-hijo (me refiero a la familia en la que la madre cree que no necesita un padre).
Se está propalando frívolamente que, con el progreso de la ingeniería genética, el padre sería prescindible incluso en la procreación de los hijos; también que el padre y la madre serían intercambiables, puesto que tendrían las mismas posibilidades biológicas.
Se ignora así que los niños privados de la autoridad paterna desconocen las "líneas rojas" de su comportamiento, lo que les hace menos tolerantes a la frustración y más ansiosos y agresivos, dice Gerardo Castillo.
Juan García
Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00