Sr. Director:
Estamos viviendo unos momentos aparentemente convulsos, en la política nacional. Y digo aparentemente convulsos, por la irrupción de partidos nuevos, llamados emergentes, que si lo miramos con desapasionamiento no han cambiado nada.
No se habla más que del fin del bipartidismo, cuando lo que pretenden estos nuevos partidos es ser ellos quienes sustituyan en el bipartidismo, a los ya establecidos hace casi cuarenta años.
¿Qué tenemos en realidad? El Partido de Ciudadanos ha venido a sustituir, o eso pretende, a UpyD; y el Partido de Podemos, claramente a IU. Este último también pretende fagocitar al PSOE, y dado que éste se ha radicalizado, le puede pasar como al PSC de Cataluña. En consecuencia seguimos con dos partidos mayoritarios, y otra serie de partidos pequeños de diverso signo. UpyD, se dice socialdemócrata, igual que ahora Ciudadanos, e IU era el ala más extrema de la Izquierda, aunque se había moderado algo; y Podemos es lo mismo pero más radicalizada. Tenemos pues el mismo panorama. Un solo partido Conservador-Liberal, ningún partido de derechas, y varios partidos de izquierdas, más los nacionalistas de diverso pelaje.
Se puede decir que lo que ha cambiado es la actitud de uno de los partidos mayoritarios, en este caso el PSOE, en el aspecto de que no está dispuesto a respetar las reglas del juego democrático de que gobierne quien gana las elecciones, aunque sea en mayoría minoritaria. La democracia se ha definido siempre como "el Gobierno de la Mayoría con respeto a las Minorías"; y decimos minorías, no minoría. Pero esto tampoco es nuevo. Llevamos años viendo cómo, si el partido Conservador-Liberal no saca la mayoría absoluta, se unen todos los demás para que no gobierne. Esto viene sucediendo en Comunidades Autónomas, Diputaciones, y Alcaldías desde hace bastantes años. Solamente se ha respetado hasta ahora en el Gobierno de la Nación. Y aquí si es donde ha cambiado el panorama, ya que el PSOE, aunque ganase el PP, si no es con mayoría absoluta, está dispuesto a aliarse con quien sea con tal de gobernar, y con el consiguiente deterioro para el bien de la Nación. Y ciertas alianzas nos pueden poner, o nos ponen solo de pensarlas, los pelos de punta a cualquier ciudadano sensato y con criterio, independientemente de su ideología. Porque entraríamos en el Poder por el Poder y, esta lucha nunca ha traído consecuencias buenas a ninguna Nación. ¿Cómo hemos llegado a esto?
En los primeros años de nuestra joven democracia, se empezó con Gobiernos de Centro Derecha con mayorías minoritarias. Y funcionó. Resistió la legalización del partido Comunista de España, con 21 diputados en el parlamento y con personas tan emblemáticas como Santiago Carrillo, y Dolores Ibárruri, "La Pasionaria", sentados en sus escaños. ¿O ya nos hemos olvidado de eso? Resistió un golpe de Estado. Y otras muchas cosas. Se preparó el terreno para el advenimiento al Gobierno del Partido Socialista, y de ello saben mucho D. Felipe González Márquez, y D. Alfonso Guerra González. ¿A que sí?
La mayoría absoluta, tan denostada actualmente, quien primero la alcanzó y de una forma que no se ha vuelto a repetir, fue precisamente el PSOE, con más de 200 diputados. ¿O tampoco nos queremos acordar de esto Sr. Sánchez, cuando reniega de las mayorías absolutas como un mal? Yo creo que es envidia, deporte por otro lado muy nuestro. Volvió a repetir la mayoría absoluta el PSOE, aunque con menos diputados en la segunda legislatura. Y la perdió en la tercera, en la que gobernó con mayoría minoritaria.
Y entonces, cuando el presidente Felipe González perdió la mayoría absoluta, se produce el punto de inflexión que nos empieza a llevar a donde ahora estamos. Dejándonos de eufemismos y aunque Alianza Popular, partido de derechas, que luego se transformó refundándose en el Partido Popular, partido Conservador- Liberal, tuviera parte de culpa, podríamos darle un 20%, el 80% es del PSOE; que se ha ido radicalizando cada vez más, siendo más y más de Izquierdas. Otra cosa habría sucedido si hubiera derivado hacia la moderación y los presupuestos de un partido Socialdemócrata. Algo que no es. Y lo ha demostrado en las últimas votaciones en el Parlamento Europeo.
Felipe González tuvo la oportunidad de su vida de mostrar y quedar como un gran Estadista-algo que no alcanzó, y él lo sabe internamente-, si hubiese dirigido el partido en la dirección correcta. Para ello, no tenía que haber maltratado y ser prepotente con la oposición durante sus mayorías absolutas. O a pesar de esto, haber intentado el apoyo del otro partido mayoritario, en vez de entregarse en manos de las imposiciones Nacionalistas, con los resultados tan desastrosos como evidentes, que actualmente vivimos.
En el caso de que suceda lo que parece previsible, que no ganen con mayoría absoluta ni el PP, ni el PSOE, ¿sabrán ambos partidos estar a la altura que les demandará la historia? ¿Qué gobierne la mayoría minoritaria, con el apoyo de la otra mayoría? ¿Aprovechar la segunda oportunidad de asentar definitivamente nuestra democracia? ¿El perdedor ofreciéndola y el ganador aceptándola? ¿O se entregaran en manos de unos partidos "emergentes", que impondrán condiciones que pueden ir contra los principios y estructuras de los partidos, con el fin de deteriorarlos y hacerse ellos con el poder? Dejémoslos en partidos minoritarios, que se vayan fogueando y demostrando de que son capaces y si son dignos. ¿O nos obligarán a darle otra mayoría absoluta al PP?
¿Sabrán dar estabilidad a España, ser españoles, ser generosos, mejorar la Constitución?
Y digo mejorar, no cambiarla, Sr. Sánchez. Hemos de mejorarla y corregirla, pero sobre la base que nos dimos hace ya, o va a hacer, 37 años. Y sobre todo, cumplirla y hacerla cumplir con todas sus consecuencias. Espero y deseo que sean y seamos capaces de ello; si no como los malos alumnos, nos veremos obligados a repetir la lección. Y ésta, puede ser muy dura, sobre todo, para los españoles todos.
- R. Pablos