Sr. Director:
La Trata es una actividad ilícita extremadamente lucrativa contra la que ningún Estado puede luchar de manera aislada.
No cabe sin embargo ni el fatalismo ni el miedo. Proyecto Esperanza Adoratrices trabaja a pie de calle y hace de la atención a las víctimas y de la incidencia política dos ejes de acción claves.
La sociedad no puede desentenderse de las víctimas de este negocio repugnante, obligar a mujeres indefensas a prostituirse, y está obligada a reconocer que sin demanda no hay Trata. De otro modo, las cifras de esta lacra incrustada en nuestras calles no harán más que crecer. ¿Dónde están los colectivos feministas? ¿Quién ayuda realmente al Proyecto Esperanza Adoratrices?