Sr. Director:
En muchas mentes de gente normal, persiste la idea de que todas las religiones son iguales; que da lo mismo una que otra con tal de hacer el bien, y que la verdad no la tiene nadie, reduciendo todo a un puro humanismo intrascendente de una ONG.
La religión católica, piensan, es una de tantas religiones existentes en el mundo. Cada una tiene parte de verdad, pues ésta no es patrimonio exclusivo de ninguna. Si a esto se añade, la incoherencia en los comportamientos morales de muchos católicos, lo lógico es que se caiga en el relativismo más craso en materia religiosa.
Aún hay más: la ignorancia. La enorme influencia de los medios y el materialismo ambiental, todo induce a muchos a abandonar la práctica religiosa, la oración y los sacramentos. La fe se pierde o se tambalea. Al carecer de formación catequética y bíblica (Palabra de Dios) todo conduce al pasotismo, al nihilismo o a la adhesión a sectas y a ideologías ateas, violentas y materialistas. Triste es constatar en españoles bautizados que su fe carece de sólidos cimientos. Su vida se basa en una difusa religiosidad, en la que el sentimiento cuenta más que el convencimiento, o en una práctica cultural tradicional, que aporta poco o nada a su fe, en esta sociedad secularizada y materialista, abrumados por la crisis, el paro y la pobreza.
¿Remedios? ¡¡SÍ¡¡. Es la hora de los laicos bien formados. Los sacerdotes y religiosos cada vez menos. Si no tenemos católicos que sepan dar razón de su fe, de su esperanza, y de su amor a Jesús, con el conocimiento de su Palabra en la Biblia y del Magisterio eclesial, solo quedarán soldados desarmados en lucha desigual en este mundo convulso de hoy día.
Miguel Rivilla
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14/12/24 15:00