Sr. Director: Nuestros partidos, los de la "casta", han generado en ocasiones una partitocracia nefasta. Pero hay nuevas formas que repiten los viejos vicios. No todo lo que se llama nuevo lo es efectivamente. Puede además crecer un justicialismo nada sano. Dentro del Estado de Derecho también tenemos que admitir cierta dosis de imperfección. De otro modo, es fácil que proliferen profetas de lo perfecto y de lo puro, que lo son solo en provecho propio. Suso D.