Sr. Director: Ha tenido que ocurrir el éxodo masivo hacia Europa de las víctimas del conflicto, entre otros, producido por la guerra civil en Siria para que, finalmente, se plantee lo que debió plantearse hace más de cuatro años, cuando se estableció el yihadismo como un estado en los territorios conquistados a Siria y la debilitada Irak. Ni los once millones de desplazados, ni los cuatro millones de refugiados en Jordania, Líbano y el Kurdistán, ni los doscientos cincuenta mil muertos, han movilizado a la comunidad internacional para ocuparse en serio del problema. Ahora han sido la Rusia de Putin y el Irán de Rohani, aliados de Siria, los que han tomado una iniciativa que merece atención: negociar con Asad para que forme con la oposición un gobierno provisional, como paso previo al desalojo de  los terroristas del Daesh. Eso es lo que, junto a la otra guerra casi olvidada, la de Ucrania, deberá dilucidarse en las conversaciones entre Obama y Putin, a las que también deberían asistir representantes europeos, que trascienden los debates de la ONU. M. Madrid