Sr. Director:
Ni se puede gobernar a golpe compulsivo de decreto-ley ni tampoco hacerlo con el apoyo de 84 diputados en una Cámara de 350. No se debe seguir adelante con este dislate si lo que de verdad prima en el propósito del presidente de turno es el interés general.
En el caso de Pedro Sánchez ya sabemos que no es así. Sus socios de Podemos le demostraron su extraordinaria debilidad con el veto al decreto-ley sobre la vivienda, que no salió adelante en el Congreso. Ayer, lo independentistas le han marcado el camino, negociación sobre lo que tienen como único fin. Así sólo se degrada la democracia.