Decíamos ayer, que el intento de asesinato de Miguel Uribe, el candidato de la derecha, era el vivo ejemplo de la actualidad de Hispanoamérica, que, desgraciadamente, está tocando fondo.
Pero hasta la tragedia puede resultar cómica. Si no, escuchen a la tele pública, la de José Pablo López.
En Colombia, asegura la cronista, las fuentes discrepan: unos dicen que el atentado fue por odio a la oposición de derechas, otro para desestabilizar al Gobierno de izquierdas de Gustavo Petro... ¡¿Mande?! Lo primero pase pero lo segundo es demasiado complicado para resultar aceptable, ¿no? Que para desestabilizar a Petro me cargo a su adversario Uribe. A eso le llaman clarividencia.
Pero falta la conclusión final, el dispar último, que nos llevará a la conclusión más luminosa de todas, la más esperada: han sido los derechistas, probablemente ultras, quienes han casi asesinado al derechista Uribe para desestabilizar al progresista Petro. Yo cada vez lo veo más claro, aunque, en honor a la verdad, RTVE aún no ha llegado a esa conclusión... pero estamos en ello.