Si no hubiera prostitutas tampoco habría prostituidos
Los franceses han decidido multar a los clientes de prostitutas con 1.500 euros (3.750 si son reincidentes).
No porque la prostitución sea inmoral y degradante. Ni mucho menos, sino porque la prostituta es víctima. ¿Y cuando no son víctimas? La mujer es siempre víctima, el hombre siempre verdugo. El caso es que son muchas y hay que legalizar la prostitución,
Ocurre lo mismo que con el robo: hay muchos, ergo hay que legalizarlo.
También se crea un fondo para abandonar una forma de vivir tan sórdida. ¿Y si no quieren abandonarla? No pasa nada. Se vuelve a intentar.
Es triste reconocerlo pero en el asunto del comercio carnal los culpables son tres. El proxeneta, si lo hubiera, la prostituta y el cliente. Si no hubiera clientes no habría prostitutas ni tampoco proxenetas Pero, salvo casos de esclavismo que ciertamente se da en este espantoso negocio, si no hubiera prostitutas tampoco habría prostituidos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com