Desalojados los pobres negros, precedentes de Somalia, sobre todo, arracimados en Ventimiglia porque Francia les cerraba el paso a su país.
Alemania y Francia se permiten la desfachatez de reñir a Italia, porque según ellas tienen la obligación de detenerles en su frontera. ¡Qué graciosos!
Y España no lo está haciendo mal. Está contra las cuotas. Y hace bien, la clave es actuar -ayudar- a los países de donde huyen los emigrantes porque se mueren de miseria. No se trata tan sólo de que las autoridades de esos países detengan a los traficantes para que no abandonen su hogar. Se trata de ayudar a que no tengan necesidad de emigrar.
El ministro Jorge Fernández (en la imagen) no lo está haciéndolo mal.
Hispanidad
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Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00