Lo cristiano no es respetar al Papa, sino amar al Papa. No basta con recordar, de cuando en cuando, que Francisco es el Vicario de Cristo en la Tierra y que, por tanto, hay que respetarle. A Cristo no se le respeta, se le ama. Al Papa, lo mismo. Lo católico es decir aquello de 'a pesar de los pesares, yo te quiero'.

Para entendernos: no importa si me gusta o no Francisco. Repito: lo cristiano no es respetar al Papa, es amar al Papa. Además, ¿quién ha dicho que el Pontífice nos tenga que caer simpático? No está en el solio de Pedro para divertirnos, sino para ser puente ente Dios y el hombre.

Esto resulta especialmente recordable en los últimos tiempos que vivimos, donde conviene no equivocarse de bando. El único bando del corazón de un católico es el bando del Sumo Pontífice, nos guste o no el protagonista del evento. 

En los últimos tiempos conviene no equivocarse de bando. El único bando del corazón de un católico es el del Sumo Pontífice, nos guste o no

Por lo demás, no seamos ególatras, como un Pedro Sánchez cualquiera. Los fieles no estamos aquí para juzgar las posiciones papales, especialmente con el Papa  más tergiversado de los últimos tiempos. Insisto: a San Juan Pablo II y a Benedicto XVI, dos papas formidables, se les insultaba pero nadie se atrevió a tergiversarles. Con Francisco, la tergiversación está a la orden del día, y hay que acudir a las fuentes originales porque hasta los medios especializados retuercen sus palabras en un sentido o en otro. 

Además, no confundamos los errores con los defectos del Papa Francisco. Por sus defectos debemos rezar, para que mejore. Por sus errores... vuelta la burra al trigo: ¿quiénes somos nosotros para juzgar sus errores doctrinales? No somos críticos, somos discípulos. 

No confundamos los errores con los defectos del Papa Francisco. Por sus defectos le encomendamos. Por sus errores... ¿quiénes somos nosotros para juzgarle? Además, ¿seguro que el culpable de la confusión actual en la cristiandad es el Pontífice?

Además, ¿seguro que el culpable de la confusión actual en toda la cristiandad -no recuerdo otra mayor en la historia- es Francisco? ¿Nosotros no tenemos ninguna culpa de que se hagan realidad las tremendas palabras de Cristo, aquellas de que "cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?

Al cisma alemán o al cisma indigenista no puede oponerse el cisma conservador, porque todos son cismas. Incluso éste puede resultar más peligroso que aquéllos en el presente momento histórico

Por último, al cisma alemán (teología de la bragueta) o al cisma hispano-indigenista (el nuevo panteísmo del planeta tierra y la diosa Gaia-, mucho más profundo y peligroso éste que el cisma de al entrepierna), no puede oponerse el cisma conservador, porque todos son cismas. Incluso el cisma tradicionalista, que ya está degenerando en sedevacantismo, puede resultar más peligroso que aquéllos en el presente momento histórico.

Sin olvidar que Francisco habla porteño y que a los argentinos no hay que entenderles con la cabeza, porque podría estallarnos, sino con el corazón. O eso, o renunciar a entenderles por siempre jamás.