"Dios nos ha dado la palabra para ocultar el pensamiento", decía el labriego. Y de paso, añado yo, para que los mortales podamos pasar un buen rato comprobando cómo se puede mentir de continuo sin faltar nunca a la verdad o, si lo prefieren, con esa extraña combinación de rigor máximo y verdad mínima que constituye la esencia misma de la sociedad de la información.

La historia ya sabemos donde comienza: en la cumbre hispano-francesa, donde un Zapatero deseoso de ser admitido en el selecto club de los grandes estadistas, siempre dispuesto a decir sí, incapaz de articular una negativa, admite que se puede hacer algo con los franceses en materia energética. Precisamente con los franceses, que ni han liberalizado ni han privatizado su sector eléctrico. Naturalmente, los chicos de Sarkozy entienden la indulgencia de ZP según sus intereses: vía libre para comprar Iberdrola. Y se aplican a la tarea.

Cuando Pedro Solbes se da cuenta de que nuevamente su líder ha metido la pata hasta un poco más arriba de las corvas, comienza el festival de matizaciones, rectificaciones, prórrogas y demás adornos, sin que los franceses, que son franceses, pero no idiotas, suelten la pieza. Al final, ZP se embarra en el ridículo en el exterior, ridículo que hay que lavar en casa con todo genero de embustes. Quiero decir, con la brigada mediática de La Moncloa.

Pero a la sopa le faltaba un hervor. Entiéndase: ZP no hizo lo que hizo por fastidiar a Iberdrola o a su presidente, Ignacio S. Galán. Sin embargo, en la piel de toro había otro personaje dispuesto a aprovechar que el Pisuerga sí pasaba por Valladolid, de nombre Florentino Pérez, presidente de ACS poseedor de –entre acciones y derivados- un 12,8% de Iberdrola, pero al que Galán se ha negado a franquearle el paso.

Y aquí comienza el divertidísimo vodevil del martes 5. Carlos March, mandamás del primer accionista de ACS, la Corporación Financiera ALBA, comparece ante los medios y afirma, sin el menor rubor, que sí, que ACS mantiene conversaciones con Repsol –gran cabreo de Antonio Brufau- con EDF, con E.ON, con la también alemana RWE, con Gas Natural... vamos que se dejó en la guantera a la rusa Gazprom, pero le faltó un pelo.

Naturalmente, se armó el follón. Los malvados de Iberdrola se sujetaban los ijares de tanta reír y la CNMV, tan pendiente de las ruedas de prensa que ni tiene tiempo para echarle un vistazo a los mercados, llama a capítulo al mallorquín. Entonces don Carlos –mal trago para un caballero- se ve obligado a decir que no dijo lo que sí dijo, si ustedes me entienden, que la rectificación es algo muy duro de aceptar, especialmente para un caballero progresista como el mallorquín.

Pero el pueblo tiene derecho a pasar un buen rato de ve en cuando, especialmente cuando la plutocracia anda en cueros, así que el asunto no terminó ahí. Lean ahora la otra masiva, la dirigida al regulador por Florentino Pérez, el Entrecanales de Iberdrola, el caballo de Troya, la coartada del Gobierno para poder decir que Iberdrola no ha sido absorbida por el Gobierno francés (aún siguen defendiendo que Endesa no ha sido absorbida por el Gobierno italiano).

Se lo suplico, no se pierdan el comunicado de ACS, o sea, de Pérez y March, a la CNMV, donde tratan de reafirmarse en su tesis, tan económica con la verdad como rigurosa en la ley. La firma el genial Chitín del Valle –el estilo es el hombre-, y el último párrafo no tiene desperdicio: "Este proyecto siempre tendrá los condicionantes de cumplir lealmente la política energética del Gobierno (o sea, vender Iberdrola a EDF) y asegurar que la mayoría de los activos energéticos españoles estén en manos de españoles". Es decir, ¡un patriota, señores, un patriota". Al menos mientras no sepamos de qué activos energéticos habla. Si los de Iberdrola o los de Fenosa.

Cualquier día Florentino gritará: ¡A mí la legión! Y no lo duden, allí acudirá como un sólo hombre la legión extranjera... francesa.

Por cierto, tras Charly March "el bocas", el patriota Floro se vio obligada a reconocer que sí hay contactos, justo lo contrario de lo que la propia ACS comunico una semana atrás, cunado surgió el rumor y la CNMV pidió explicaciones. Pero, seguramente, no lo hizo con intención de engañar, sino de cumplir la normativa deforma rigurosa. Mentirosa, quizás, pero, sin duda, extraordinariamente rigurosa. En efecto, "contactos" lo que e dice contactos, siempre existen, de todos con todos, oiga usted, peor no tienen por qué terminar ni en acosos... ni tan siquiera en acuerdos. Sólo son contactos sin mucho tacto.

Eulogio López