"La única y mejor solución para el conflicto del Sáhara es el acuerdo de todas y cada una de las partes". Esta es la frase más genial de las pronunciadas por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su comentadísimo viaje a Marruecos del pasado fin de semana. Y sus palabras son tan ciertas como toda tautología. En efecto, más vale un mal acuerdo que un buen pleito y, en cualquier caso, la mejor solución siempre es que todas las partes implicadas en un desacuerdo se pongan de acuerdo. Es más, se trata de la mejor solución para cualquier conflicto, aunque no estamos seguros del todo. La tautología es ciencia abstrusa y universo ignoto. Pero, sumados, casi seguros que sí: que el mejor conflicto es el que no existe.
La doctrina política Zapatista amenaza con desbancar a la de la vieja UCD, que fiaba el destino del mundo al estrecho de Ormuz. Podríamos resumirla así: la mejor solución para un conflicto es que deje de haber conflicto. Zapatero conseguirá suprimir los tribunales ante la ausencia de conflictos, e incluso la democracia parlamentaria, porque todos los grupos políticos, mediante el diálogo, acabarán por ponerse de acuerdo en todo. Más que el reino del debate, Rodríguez Zapatero ha implantado el Reino de
Es lógico que Mohamed VI y los marroquíes consideren la visita de Zapatero como "muy prometedora". Especialmente, para los intereses marroquíes.