Responderá no a la propuesta de Ibarretxe
Esto es increíble. Dice De la Vega que el Gobierno quiere mantener un encuentro con Rajoy. No señala para qué, pero dice que quiere tenerlo. Al fin y al cabo, fue el primer compromiso del presidente de Gobierno en su discurso de investidura.. ¿Cuándo? ¿Antes de la entrevista con Ibarretxe el 20 de mayo? ¿Tiene alguna trascendencia que los encuentros se produzcan uno antes que otro? De la Vega sale por peteneras y responde que Rajoy representa a muchos españoles e Ibarretxe a los ciudadanos vascos. Los dos encuentros son importantes y cuando se produzca uno u otro, no es relevante, dice De la Vega leyendo su chuleta. ¿Se cree la vice que la policía es tonta?
Por supuesto que Zapatero tiene prioridades. Es más, la prioridad se mide en la agenda. La misma que Zapatero tenía ocupadísima para no poder asistir al acto del 2 de mayo de Esperanza Aguirre. Por eso tiene que echar mano de la agenda, para soltar una respuesta bonita de esas retóricas que tanto gustan a la vice. Pero que el encuentro con el lehendakari esté calendarizado y el de Rajoy no, claro, que tiene una profunda carga política. ¡Naturaca!
Se avecina un choque de trenes fenomenal. La entrevista entre el presidente Zapatero y el lehendakari Ibarretxe tendrá lugar el próximo 20. De momento, Ibarretxe ya ha filtrado lo que lleva en agenda: resucitar el plan soberanista con base en los preacuerdos de Loyola y pedirle al presidente Zapatero que le acompañe en la petición de un referéndum. ¿Qué opina el Gobierno?, le preguntan a la vicepresidenta De la Vega tras terminar el Consejo de Ministros.
La vice comienza muy cauta. Dice que no quiere contestar porque la reunión no se ha producido todavía. Afea al lehendakari que no haya respetado los cauces de la cortesía institucional y señala que hay que esperar a que la reunión se produzca por respeto institucional. Pero los muchachos de la prensa insisten en el asunto. De la Vega reitera su doctrina de las tres C: Consenso, Ciudadanía y Constitución. Es decir, la reforma estatutaria deberá de hacerse conforme a lo dispuesto a la ley y con respeto escrupuloso a la Constitución. Pero la prensa insiste en la cuestión. Así que finalmente De la Vega termina diciendo que no, que el presidente dirá un no claro y rotundo si lo que se pretende es volver a presentar lo mismo que ya ha sido aprobado. Vamos, que no quería saltarse el cauce institucional del encuentro, pero finalmente lo ha hecho. ¿Los culpables? La canallesca, por supuesto.
Tampoco pasa nada. El portazo sale gratis. El Gobierno sabe que el lehendakari no cuenta con el necesario apoyo del PSE. Y sobre todo, tampoco cuenta con todo el apoyo del PNV. Así que seguro que Zapatero se ha comprado unas palomitas para disfrutar viendo cómo los peneuvistas se despellejan a sí mismos.