Unificar todos los servicios de inspección y supervisión financiero bajo la égida del Banco de España, que es el servicio de inspección que mejor funciona: ese es uno de los grandes proyectos de la nueva Administración socialista. Estamos hablando del servicio de Inspección del Banco de España, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de la Dirección General de Seguros.

 

La verdad es que el sector Seguros está llamado a crecer en España, pero aún no lo ha hecho. Conclusión: la inspección de Seguros representa algo menos. Por otro lado, la CNMV es un organismo nuevo, con varios tropiezos graves en su haber, y justo en el momento en que la era de los escándalos bursátiles sucede a la era de los escándalos bancarios.

 

En pocos países están unificados la inspección bancaria y la de mercados. Y es que son tareas distintas. Por de pronto, la inspección bancaria analiza la solvencia de la entidad como tal, mientras que la de la CNMV defiende los intereses de los inversores y trabaja sobre cuentas auditadas (lo que, a día de hoy, no supone una gran garantía). Por eso, los banqueros temen más a los inspectores del Banco de España, que los directivos de sociedades y agencias de valores a los inspectores de la CNMV.

 

Eso sí, en el PSOE consideran que, aunque para unificar esos servicios de inspección se precisa una ley, no se debería hacer hasta 2006, fecha en la que cesa el gobernador del Banco de España. Una ley puede hacerlo todo, ciertamente, pero constituye un dogma no escrito, en todo Occidente, que los gobernadores del Banco de España y demás gestores de política monetaria (en el caso de Europa a través del BCE) deben estar blindados, poseer la prerrogativa de no ser cesados hasta que terminen su mandato… ni tan siquiera con motivo de un cambio legal.

 

Así que en la Administración Zapatero se discute justamente eso: si la unificación debe esperar hasta la salida de Caruana del Banco de España, o debe hacerse de inmediato. Recuerden que el presidente de la CNMV, Blas Calzada, debe cesar en octubre, y que la consejera Soledad Plaza (ex jefe de Gabinete de José Borrell en Hacienda) aspira a sucederle.

 

Pero el hombre de Zapatero y de Solbes para ese supercargo de la nueva superinstitución es Manuel Conthe, que fuera director general del Tesoro y Política Financiera con el Felipismo.