La entrada en vigor del Protocolo de Kioto ha servido para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adopte una política más ecologista. En la mañana del miércoles 16, Zapatero optó por la desaparición de la energía nuclear, aunque matizó que a medio plazo, y por el impulso de las energías renovables.
Las verdad es que, a día de hoy, en España y en la mayoría de países de Occidente, los combustibles fósiles, especialmente el carbón, la bestia negra de Kioto, unidos a la energía nuclear, representan más del 75% del suministro eléctrico.
No obstante, las declaraciones de Zapatero fueron calentadas un día antes por la responsable de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para quien el cambio climático resulta tan alarmante que auguró grandes desastres en la Península Ibérica para la segunda parte del presente siglo, e incluso habló de la posible desaparición de zonas como La Manga del Mar Menor.