El presidente necesita afianzar su imagen política en los comicios de noviembre.
Como informa el New York Times, antes de irse de vacaciones, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama, vuelve a hacer campaña electoral, esta vez de cara a los comicios de noviembre.
Estos comicios no son más que el aperitivo de los grandes elecciones de 2010, donde se renovará el Congreso en su totalidad, numerosos puestos del Senado, además de los gobernadurías de un gran número de Estados. En estas elecciones, Obama se la juega, porque necesita afianzar la gran mayoría demócrata en las dos cámaras para poder seguir llevando a cabo sus proyectos con facilidad.
Sin embargo, las elecciones de 2010 aún están lejos y, de momento, hay que centrarse en las de noviembre del presente ejercicio, en las que los Estados de Virginia y Nueva Jersey eligen a sus respectivos gobernadores. Hoy por hoy, las perspectivas demócratas para estas dos elecciones, son negativas ya que las encuestas reflejan cómo los candidatos republicanos aventajan a los demócratas, por ello, los candidatos demócratas de ambos Estados han pedido a Obama que les apoye en su campaña. Cabe destacar que Virginia y Nueva Jersey son dos Estados muy diferentes y los criterios por los que se vota en ambos también.
Virginia es un Estado de tradición republicana. A pesar de esto, tanto sus dos senadores como su actual gobernador son demócratas. En las últimas elecciones generales, Virginia votó, por primera vez desde 1964, a los demócratas y, por ello, ganar en este predio constituyó uno de los grandes logros de la campaña de Obama. Por esta razón, es tan importante una victoria, además de que Virginia se puede definir como un electorado moderado, que no se puede considerar ni demócrata ni republicano, pero sí es una de las circunscripciones clave en cualquier elección presidencial o parlamentaria.
Pero, por el momento, los habitantes de Virginia prefieren como gobernador al candidato republicano Robert F.McDonnell -antiguo Ministro de Justicia del Estado- antes que al candidato demócrata Creigh Deeds, tal y como reflejan las encuestas.
El caso del Estado de Nueva Jersey es diferente. Nueva Jersey es un gran feudo de los demócratas donde se han impuesto con claridad en casi todas las elecciones generales y donde el partido de JFK controla casi todos los puestos de la Administración, incluido el de gobernador. Por ello, quizás resulte más sorprendente que los demócratas pierdan su Gobernaduría, opción posible, porque lo cierto es que el candidato republicano, Christopher Christie, aventaja al actual gobernador del Estado y candidato demócrata, Jon S. Corzine, al que los electores suspenden en su gestión.
Pero lo que más preocupa a Barack Obama en caso de derrota en noviembre no es perder el control de dos estados sino perder su imagen de candidato invencible, podría verse afectada de cara a las comicios de 2010 que sí que son trascendentales, dado que es posible que pueda perder la gran mayoría de la que goza ahora y que le permite llevar a cabo sus proyectos sin apenas oposición.
Gabriel López
gabriel@hispanidad.com