Como ya revelara Hispanidad, el presidente de E.ON, Wulf Bernotat se entrevistó en Madrid el pasado fin de semana con la presidenta del gobierno regional, la popular Esperanza Aguirre. Si hemos de hacer caso a las palabras del alemán, que presumiera de ello, durante la cumbre hispano-alemana de Berlín celebrada el lunes y martes, Aguirre le aseguró que no tenía nada contra la OPA de E.ON, pero que por razones políticas y electorales debía oponerse en público.
Puede que Bernotat exagerara, pero ese es exactamente el problema al que se enfrenta el PP, especialmente en Madrid. Que la derecha política sea la que otorgue a los germanos la primera eléctrica española tiene su aquel. Y esto en vísperas de las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo.
Recordemos que el 30 de marzo sabremos si E.ON es el nuevo dueño de Endesa, casi en puertas del inicio de campaña. Ni que decir tiene que el jefe de la oposición socialista en Madrid, Rafael Simancas, así como el candidato socialista al ayuntamiento de Madrid, Miguel Sebastián –cerebro de la oposición del gobierno español a los alemanes-, se van a ‘jartar' de aludir al PP y a sus muy patrióticas tendencias.
Mientras, en el mercado todos los agentes y analistas están cada vez más convencidos de que la OPA triunfará. Es más, los únicos que lo dudan son los más interesados en la victoria: los equipos directivos de E.ON y Endesa. Temen la Junta General de Accionistas que deberá levantar el blindaje político del 10% como porcentaje máximo de votos. Se necesita un 50% del total de los votos. Considerando que, en principio, Acciona, que posee un 21,3%, votará en contra (aunque oficialmente no ha tomado ninguna decisión). Tantas ganas tienen los hombres de Pizarro de conseguir el sí que han ofrecido una prima de asistencia fuera de lo común: 15 céntimos por título. Esto significa que, sólo por asistir a la junta, el Sr. Pizarro le está regalando a los Entrecanales 34 millones de euros. O sea, que no lo tienen muy claro.
Mientras tanto, Caja Madrid, el otro gran accionista ya se ha manifestado a favor del desblindaje, aunque se reserva su opinión sobre si venderá o no los títulos. Pero lo cierto es que venderá. Su presidente, Miguel Blesa, ha jugado todas las bazas y, sobre todo, ha llamado en su ayuda al ex presidente José María Aznar, que ha hecho valer su peso en el partido a favor del sí. A partir de ahora nadie podrá acusar a Aznar de nacionalista económico. Cuando GN lanzó la OPA sobre Endesa, Aznar corrió a Washington para convencer a su amigo Bush de que la petrolera Exxon lanzara una OPA a Repsol YPF y luego vendiera su participada GN a Endesa. Ahora insiste en que Caja Madrid venda a los alemanes, y no a los Entrecanales.