Ana Pastor (en la imagen), directora de El Objetivo de La Sexta y defensora de los desheredados, está empeñada en llevar a su programa a un inspector del Banco de España que ponga como no digan dueñas a los tarjeteros de Cajamadrid y Bankia.

En el Banco de España le han respondido que los inspectores sólo pueden contar lo que saben en sede judicial y se han callado aquello de que la inspección también tendría que haber inspeccionado las partidas de gastos extraordinarios aunque sean partidas menores.

Y saben, las teles incendian España y ahora se trata de sacarle punta al escándalo de las tarjetas de Bankia. Que sí, qué escándalo, pero Bankia no se hundió por los sobregastos de consejeros y directivos sino por los créditos mal otorgados, que es por lo que siempre se hunde un banco. Y ahí sí que puede haber dolo, mucho más dolo que el de las tarjetas negras. En plata, 15 millones de euros no es nada comparado con los 23.000 millones de euros que nos ha costado a todos los españoles reflotar Bankia. Ese sí es un problema bastante más gordo, que vamos a pagar entre todos.

Pero Ana Pastor a lo suyo: incendiar España. Y el Banco de España también: ocultar sus errores y no responder ante nadie por su mala supervisión.

En cualquier caso, insistimos: un banco quiebra cuando otorga malos créditos y un banquero roba cuando otorga créditos a sus amigos. Lo demás es una tontuna.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com