- La Alianza Atlántica no se fía y acusa a Rusia de llevar más tropas de apoyo a la insurgencia.
- Moscú lo niega y asegura -parecen excusas- que tan sólo pretende reforzar la vigilancia.
- Las autoridades ucranianas confirman que cerca de 300 milicianos prorrusos han muerto en los últimos combates.
Así, las fuerzas del Ejército ucraniano pueden evitar que los rebeldes prorrusos reciban equipo militar, según ha asegurado este viernes el ministro de Defensa, Mijaylo Koval.
Todo eso después de que la OTAN acusara a Rusia de concentrar de nuevo tropas en su parte de la frontera. Por supuesto, Moscú ha negado tales acusaciones y ha afirmado que tan solo pretende reforzar la vigilancia. "Estamos sorprendidos por las declaraciones sobre una supuesta concentración de tropas rusas en las fronteras con Ucrania. En este caso se trata de medidas para fortalecer la vigilancia de las fronteras de Rusia, y no de concentración de tropas", ha declarado -seguramente de manera cínica- el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Pero la guerra sigue y las autoridades ucranianas han asegurado también que cerca de 300 milicianos prorrusos han muerto en los combates. Según el portavoz de la operación militar, Vladislav Selezniov, las fuerzas gubernamentales sufrieron siete bajas mortales y 30 heridos.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com