A dos semanas del inicio de la campaña electoral en el país vasco, Eduardo Torres Dulce, fiscal general del Estado, ha querido dejar claro a la izquierda abertzale que será un guardián inflexible del cumplimiento "de las condiciones impuestas por el Tribunal Constitucional para el mantenimiento del ámbito de la legalidad de Sortu" y no tolerará "humillaciones a las víctimas del terrorismo, apología de sus verdugos o ensalzamiento de las actividades". Ha argumentado que un partido político, como Sortu, que fue legalizado en el mes de junio tras la controvertida sentencia del Tribunal Constitucional "no puede ser el caballo de Troya construido para traer la ruina y la devastación de la ciudad que hospitalariamente le acoge".
Ha sido el suyo un discurso magníficamente redactado, pronunciado durante la apertura del año judicial ante el Rey, y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, entre otras muchas personalidades, y en vísperas del viaje de Rajoy a Bilbao donde se reunirá con representantes de las víctimas en un homenaje a Miguel Ángel Blanco. El Gobierno, tras la concesión del tercer grado y la libertad condicional al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, ha sido duramente criticado por las organizaciones de víctimas del terrorismo.
Sara Olivo
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