Los españoles no tenemos remedio. El Ébola no nos ha unido contra el enemigo común -que no es el otro, sino el virus- y sólo ha servido para tirarnos los trastos a la cabeza.
Ejemplo, Mamem Mendizábal (en la imagen) en La Sexta. Comparación entre lo bien que lo han hecho los norteamericanos y lo mal que lo hemos hecho los españoles. Lo cierto es que, al final, ha habido un contagio en cada país y por la misma razón: el loable personal sanitario que atendió a quienes sufrieron a infectados en la zona cero.
Al final, La Sexta estableció la gran diferencia entre la actitud norteamericana y la española: que el perrito de la enfermera norteamericana ha sido aislado y el perrito de la enfermera española ha sido sacrificado. Esto es definitivo, señores, lloremos todos por Excalibur. El investigador televisivo concluye: "En EEUU han aislado a la mascota, aquí, ya sabemos cómo acabó Excalibur".
Ya tenemos dos problemas: acabar con el cainismo español y acabar con los horteras de La Sexta, que son muy infecciosos.
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