Como en la oscarizada película Traffic (donde fue guionista) el director Stephen Gaghan, en Syriana, entrecruza varias historias que tienen como nexo común las intrigas que rodean la industria mundial del petróleo.
Todo arranca en un país del Golfo Pérsico. Un joven y reformista príncipe llamado Nasir pretende dar un giro a las relaciones comerciales con Estados Unidos. Así, otorga los derechos de perforación de gas natural -que durante mucho tiempo ostentaba un gigante texano denominado Conex- a una empresa china. Esta decisión provocará un sinfín de reacciones en cadena no exentas de violencia
Inspirada en la obra See no evil, las memorias escritas por el ex-agente de
Detrás de este magnífico aunque complejo largometraje (sus primeros veinte minutos, algo confusos, no la hacen apta para un público amplio) se encuentran en la producción George Clooney y el director Steven Soderbergh. El primero también encarna en la película a un agente de
Para: Aquellos que les gusten las historias que narran todo tipo de conspiraciones